Club Atlético Roque Pérez, una institución que trabaja bien desde hace años y con unión alcanza resultados. Hoy es una nueva cantina y una cancha renovada. Muchas veces la lucha es que los clubes permanezcan, que no cierren las puertas. Siempre el fin son las familias, su club de barrio y su función social.
Dialogamos con Alfredo Castellani, presidente del Club Atlético Roque Pérez.
Alfredo o “Polito” es el máximo responsable del azul desde 2019 pero reconoce que atrás suyo y en el tiempo, hay un gran equipo. “Uno siempre estuvo acá -dice Polito-, siempre hubo un grupo que trabajó en las comisiones como Walter Schiavi, Poroto De Roco, Mino y Carlos Lucesole, Alejandro Pica Serraino…. y ahora se sumó un grupo de jóvenes que tienen un empuje bárbaro. Son exjugadores y padres de chicos del fútbol infantil. Ellos tienen muchas ganas y le están haciendo muy bien al club, como Martin Zaniratto, Marcelo Laredo, Manuel Coto, José M. Cammajo, Poggi, Julián Pascual, Diego Galloti, Ariel Monachessi, el Melli Delgado. No es fácil conseguir un equipo de gente así. Estamos muy felices de que se vayan sumando”.
Antes de la pandemia se habían propuesto ampliar la cantina. Y eso hoy es una realidad. Tiene cinco por ocho metros y todo el equipamiento necesario. “Es un espacio hermoso -dice Alfredo- y va a servir para reuniones sociales y para darle un servicio mejor a los chicos que van a jugar a la canchita de futbol 5”.
Gracias a la fiesta “Ilusión Fest” de noviembre pasado se habían recaudado buenos fondos. Ese dinero habitualmente se divide en cuatro para sostener el club, el Jockey, el fútbol infantil y el fútbol de mayores.
“Los chicos tuvieron la idea de usar los fondos para la nueva cantina -explica Polito-. Porque siempre se organizan eventos y se consiguen fondos nuevos. Pero claro, enseguida vino la cuarentena y eso cambió todo. ¡Y no se pudo organizar ningún evento! Pero a los chicos se les ocurrió hacer un bingo virtual, empezaron con 200 cartones. Hoy se sigue haciendo el bingo todos los meses, venden 600 cartones y gracias a eso vamos pagando los proyectos que insumen mucha inversión. Gracias al bingo se pudo hacer la cantina y además sumarle cocina, horno, tv. Pero además nos decidimos a cambiar el césped sintético de la cancha. ¡Es una inversión de 1,2 millones de pesos! Nosotros llegamos a reunir un tercio. Pero mucha gente, muchos socios nos ayudaron con préstamos y nosotros se los vamos devolviendo con el bingo”.
“Ese es nuestro plan -dice Polito-, ir pagando las obras, devolver el dinero a los socios y a las subcomisiones de cada deporte. Hemos hecho cosas impensables gracias a la ayuda de la gente. Nacha Roca, hace la comunicación del club y va mostrando las obras en videos que se transmiten en cada bingo y eso es bueno porque la gente ve los resultados y eso nos incentiva a todos”.
“Hace muchos años que se viene trabajando bien -dice Alfredo-. Se trata de perder un poquito de tiempo de cada uno para brindárselo al club”.
Como pasó con la construcción de la tribuna. “Claro, -responde Castellani- en esa oportunidad fue el impulso de los jugadores. El factor humano es el más importante. Nosotros decimos que somos una gran familia”.
Todos saben que el club resonante tricampeón de fútbol 2011/12 y 2013 es un abanico de actividades. “Desde este año sumamos el fútbol de mujeres -cuenta Polo- a cargo del Chengo Mansilla y Carolina Marín. Son como 30 chicas”.
En el fútbol mayor son 70 jugadores, el fútbol infantil a cargo del coordinador Juani Colombo, son más de 130 chicos, el jockey con sus cuatro divisiones son 80 chicas. Son más de 300 deportistas. Realmente son una gran familia, como dicen los atletistas. “Es nuestra casa, el club es un lugar para todos” -dice la comunicadora del club, Nacha Roca-. Estos tiempos de cuarentena nos permiten detenernos, voltear la mirada y poder ver todo el camino recorrido. …podemos mirar el pasado como lugar de referencia. Nuestro eterno lema es que somos familia, y por esto es que trabajamos sin descanso”.
“En 2019 el jockey salió campeón de intermedia y subcampeón de primera -destaca Polito-, compitiendo con equipos fuertes de La Plata, Chascomús, Belgrano, Monte y Lobos. En infantiles salió campeón la quinta división. La mayor llegó a finales. Pero no siempre se puede campeonar, lo importante es estar arriba y competir”.
Polito llegó al club a los 22 años a jugar en el equipo que dirigía su padre. Al año siguiente salía campeón de la liga del 85 después de muchos años de sequía y bajo la conducción técnica del Vasco Iribarne. Algunos jugadores eran Picapato Serraino, Iribarne, Pepe Messina, Egusquiza, José Nuñez, Carlitos Barral, Pedro Zucotti y Arévalo. “Aquellos años había llegado a la conducción Pichi Testa -recuerda Polito-. también estaba Turdó, Fito y Noelia Bruno, Ariscuren, Coco Isoardi”.
¿Cuál es el objetivo? “Es la función social -dice Alfredo Castellani-. Cuerpo sano en mente sana dice el lema de nuestro estatuto. Como club tenemos que acompañar al pueblo y competir y trabajar para que los chicos salgan de la calle”.
¿Se acuerdan? En “Luna de Avellaneda” los socios del club de barrio se resistían a la crisis del 2001 para no ser vendidos y no ver su sede convertida en un casino. En Roque Pérez, en plena cuarentena, los hombres y mujeres de Atlético, ponen el hombro y no se resignan a estar quietos. En medio de la crisis, trabajan enviando el mensaje de cuidarse y también trabajan para que siga creciendo su institución casi centenaria.
Si el club sigue así, el gran proyecto 3D con nueva sede y polideportivo algún día se concretará. No se sabe cuándo, lo que sí se sabe, es que un equipo de gente atletista lo va a lograr.
