El Refugio de Flora y Fauna Silvestre creado en el parque y laguna Ratto es un maravilloso rincón redescubierto para todos. Dialogamos con los biólogos que trabajan para potenciarlo.
El lugar tiene una paleta de colores y una música distinta. A pocas cuadras de las calles principales del centro urbano, la laguna nos regala su brisa de aire puro, su paisaje verde y una maravillosa orquesta de más de 90 aves que viven o pasan por el lugar.
Esta laguna es un espacio recuperado para el disfrute de los vecinos. Es parte de la historia del barrio y es una apuesta a mejorar el entorno que podemos disfrutar en contacto con la naturaleza. El mejor ejemplo son los paseantes y caminantes que asisten a diario, las visitas escolares y actividades como las visitas guiadas con avistaje de aves realizadas en febrero pasado promovidas por la Dirección de Turismo y Patrimonio y una visita guiada virtual realizada en tiempos de cuarentena.
Desde 2019, en el marco del proyecto Refugio de Flora y Fauna Silvestre del municipio de Roque Pérez en laguna Ratto, los profesionales Nicolás Olalla, Marina Córdoba y Violeta Di Gennaro comenzaron un trabajo integral que incluyó relevamiento de flora y fauna y la plantación de especies nativas en la zona del monte y en las márgenes de la laguna para mejorar la protección de la rica fauna local.
Dialogamos con Nicolás y Marina, biólogos oriundos de Lobos, sobre los objetivos de su trabajo y las características del Refugio.
“Me sorprendió que hubiera un lugar así –cuenta Marina Córdoba-, tan cercano al casco urbano, un lugar tan natural y con tanto potencial, donde las especies silvestres puedan vivir y reproducirse. Fue una gran sorpresa. Nosotros empezamos a trabajar a principios de 2019 y fuimos viendo la transformación del lugar mientras trabajamos y también vimos como los vecinos fueron apropiándose del parque para hacer deporte, para acercarse a tomar mate, vemos mucha gente caminando y aprovechando los senderos”.
“El municipio nos comentó las inquietudes que tenían sobre el Parque Ratto –explica Nicolás Olalla-, lo que respecta al cuerpo de agua y al espacio verde circundante. Nos pidieron al comienzo que hiciéramos un relevamiento de las aves del lugar. Realmente sorprende cuando uno llega a la laguna de Ratto es la cantidad de especies y de numero de aves que hay. Eso fue nuestra tarea inicial, pero con el tiempo, tras los relevamientos, nos encontramos con un lugar que promete mucho en cuestiones de educación ambiental, de ecoturismo, es un lugar que nos sorprendió especialmente por el comportamiento de las aves, en cantidad y muchas aves nidificando en un lugar que es un cuerpo de agua urbano. Esto nos hizo ver que el lugar podía ser encarado y transformado como un proyecto más integral, de conservación de fauna y flora y de revalorización del lugar”.
¿Qué objetivos se persiguieron en este proyecto?
“El objetivo –Cuenta Marina Córdoba- fue generar un ambiente más propicio para los animales silvestres sobre todo las aves, que son el gancho para proteger a otras especies y fortalecer el parque como refugio, como ambiente natural para que las especies se diversifiquen y sigan viviendo en este espacio. Allí se hacen visitas guiadas para que la gente pueda conocer la fauna del lugar y sobre todo los chicos puedan aprender sobre los animales y su ecosistema. Que esto exista a un paso de sus casas es excepcional y está bueno aprovecharlo”.
“Y potenciarlo también –agrega Nicolás Olalla-. En 2019 hicimos relevamientos de la flora del lugar, propusimos al municipio hacer una intervención paisajística y sumamos especies nativas que potencian la atracción de fauna silvestre y el valor ornamental también. Se trató de potenciar lo natural. Hicimos un proyecto para lo cual zonificamos el predio y el cuerpo de agua y recomendamos la intervención con plantas de especies nativas en los márgenes del cuerpo de agua. Se pensó además de la función atractora de fauna los espacios escénicos, con una mirada más paisajística también. Esto incluye marcos escénicos, ventanas, generar barreras protectoras para la fauna en las zonas donde hay más tránsito y donde vemos que hay nidos o lugares de descanso de coipos (vulgarmente llamadas nutrias)”.
El refugio Parque Ratto es de 7 hectáreas aproximadamente. Olalla advierte que es probable que la laguna tenga alguna carga que venga de napas subterráneas.
¿Qué características tiene este cuerpo de agua?
“Es un cuerpo de agua que llamamos laguna como habla popular –explica Olalla- porque en realidad se generó porque allí se hacía extracción tierra para un horno ladrillero. Por eso no es una laguna como las lagunas pampeanas de formación natural. Pero tiene mucho valor el cuerpo de agua porque existe una clasificación que distingue lagunas claras y lagunas turbias. Las lagunas primigenias eran lagunas claras, eran aquellas donde las comunidades biológicas estaban perfectamente equilibradas y complejas pero cuando vino el cambio agrícola en la provincia de Buenos Aires, muchas lagunas se pusieron turbias por el movimiento de sedimentos y por el aporte de nutrientes y fertilizantes vía los arroyos. Y en la laguna de Ratto cuando se corre la carpeta de vegetación flotante por el viento, nosotros recién estamos estudiando la dinámica de la laguna, vemos que hay una condición de agua clara con predominio de vegetación macrofita, que son los juncos y las llamadas colas de zorro, nos dan señales que el agua está muy sana y con su cantidad de aves y peces son buenos lugares para conservar.
“Si bien el origen de este cuerpo de agua ha sido por intervención de la mano del hombre –coincide Marina Córdoba-, a su vez es como que gracias a eso hubo una transformación en donde la naturaleza acompañada por el respeto de los vecinos se fue generando un espacio lleno de vida. Hoy en día para encontrar algo así tenés que visitar alguna reserva en capital federal o ir a un parque nacional para encontrar la cantidad de vida silvestre que hay aquí, por las cantidad de aves, por lo sano que esta este ambiente. Hoy vemos plantas flotantes, coipos. Y la gente lo está disfrutando mucho. Es un lugar con muchas cualidades positivas. En cualquier otra laguna de la zona no es posible encontrar lo que hay en el refugio del Parque Ratto.
Sorprende la cantidad de aves que ustedes pudieron registrar…
“Sí ya registramos más de 90 especies de aves –cuenta Olalla-. Es un número muy considerable. Quizá es una explicación la buena convivencia con los vecinos de Roque Pérez, a pesar que a veces ingresan perros se nota que no hubo actividades humanas de impacto (por ejemplo, uso de motos de agua) y eso es algo a valorar de los vecinos. La laguna de Ratto está dentro de un centro urbano pero es algo particular porque es muy cercano al campo. Esto puede explicar porque hay aves de pastizal como pecho colorado y pecho amarillo. Seguramente hay aportes de la zona rural a la diversidad pero también los cuerpos de agua urbanos funcionan como islas de calor. Con temperaturas algo más elevadas que las zonas periféricas. Entonces esto hace que bajen a dormir las aves acuáticas. Nosotros estuvimos durante la tarde y vimos garzas y vemos que hay movimientos desde la zona rural y desde otros cuerpos de agua hacia la laguna de Ratto”.
“Nos llamó la atención es el comportamiento de muchas de las aves –cuenta Olalla-, porque van criando pichones y se muestran tranquilas y se acercan. La laguna de Ratto es como un «temaiken» con animales realmente sueltos. Tuvimos oportunidades de estar muy cerca de las aves. Para los que hacen fotografía de naturaleza es como un paraíso, las aves están muy tranquilas”.
“En Ratto hay algo más –destaca Marina Córdoba-. Está la relación del hombre con ese ambiente. Hubo una historia de relación armónica, de convivencia. Por eso vemos más de 90 especies de aves en Ratto. Es un ambiente muy sano, muy rico. Hay árboles, hay mariposas que polinizan las flores de las huertas que van a dar frutos muy saludables. Hay mucha diversidad.”
Algo interesante es no darle la espalda al rio o en este caso a la laguna, algo que pasaba antes, que era un lugar olvidado.
“Claro hay que revalorizarla –destaca Nicolás Olalla- y seguir usando la laguna como la venían usando las escuelas para hacer visitas educativas para estudiar el ecosistema. Nosotros queremos potenciar eso, Ahora hay cartelería y más información. Creo que el parque de la laguna de Ratto puede ser un modelo para entender mejor la naturaleza que nos rodea. A veces vemos el problema del Amazonas y no vemos la naturaleza que nos rodea a diario. En este caso vemos un cuerpo de agua generado por el hombre pero la naturaleza se encargó de ocuparlo y transformarlo en lo que es hoy”.
Hay científicosque sostienen que hay menos aves…
“Sí, eso es a causa del uso de la tierra –explica Olalla-. Esto se entiende más fácil cuando uno ve los desmontes para siembra, por ejemplo en Chaco, que destruyen el hábitat de muchas aves. Pero también cuando uno habla de aves pampeanas impacta el uso de la tierra. La ganadería extensiva con pastizal natural es una actividad que resguarda mucho más a las aves que el actual modelo agrícola que desplaza la ganadería al sistema feedlot”.
¿Qué buscaron con la incorporación de flora autóctona?
“Nosotros elegimos especies que sean representativas de la flora típica de los ecosistemas de la región pampeana –explica Nicolás Olalla- como el pastizal pero también del espinal y de la selva marginal del noreste bonaerense. Y otro criterio es que las especies de plantas que sean atractoras de fauna silvestre. Por ejemplo estamos diseñando unos espacios para atraer picaflores y mariposas y que la gente cuando transite el sendero pueda tener más contactos con estas especies, que haya más posibilidad de observación. Para ese espacio elegimos salvia guaranítica (salvia azul) que son efectivas para el picaflor y variedades de chircas y mariposeros, plantas que no tienen floración tan impactante pero atraen mariposas y las orugas hacen la poda de las plantas. Eso es algo a tener en cuenta y enseñar: las plantas están acostumbradas a la poda natural y luego rebrotan. Hay que respetar esos ciclos naturales.
¿Hay peces y reptiles?
“Yo te puedo asegurar que peces hay, un día vimos un biguá comiendo un pez ¡bastante grande! –cuenta Olalla- yo creo que debe haber unas cinco especies de peces al menos. Anfibios vimos la ranita del sauzal que es la que se pega a las ventanas porque tienen una especie de ventosa en las patas. Y ya los vecinos han visto tortugas. Nosotros por ahí le ponemos nombres a las especies pero los vecinos conocen las especies de la laguna. Culebras y serpientes, pero no muy venenosas también seguramente hay”.
¿Cómo impactarán las calles abiertas y el loteo?
“El trabajo es todo un experimento –reflexiona Marina Córdoba-. Podemos preguntarnos qué va a pasar cuando vivan más familias en los lotes. Por eso es importante poner ahora en valor el lugar como refugio porque cuando en el futuro halla más construcciones y habitantes, seguramente habrá algún impacto, pero si seguimos respetando el lugar no debería haber problemas. La declaración simbólica de refugio es un avance. Se traduce en que el espacio está protegido y los vecinos saben que los límites son otros, que el cuidado es mayor y que ha aumentado el valor del lugar”.
¿Cómo es la inserción laboral de un biólogo y de una intérprete naturalista en nuestra zona?
“Es un desafío –dice Nicolás Olalla-. Soy biólogo de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Nunca está todo dicho en la inserción laboral porque siempre existe la posibilidad de volver al pago y de poder participar y devolver un poco el conocimiento que me dio la universidad pública. Y profesionalmente bienvenidos sean los proyectos donde uno pueda intervenir”.
“Yo me estoy dedicando, entre otras actividades, a la observación de aves – cuenta Marina Córdoba-, soy coordinadora del club de observadores de aves de Lobos (se llama COA Las Garzas), somos parte de una red que pertenece a Aves Argentinas y me estoy dedicando a la organización de eventos de avistaje de aves. La carrera de intérprete naturalista me abrió las puertas al mundo maravilloso de las aves y las plantas.Por eso que para mí son muy interesantes las condiciones de Ratto y me parece muy interesante como se propusieron llevar adelante un proyecto tan lindo y como realmente lo hicieron, un proyecto de un refugio de flora y fauna. No es algo que se ve en cualquier municipio, es un proyecto muy particular que por suerte se dio cerca de Lobos donde vivo y estoy muy feliz de ser parte, de poder aportar en un proyecto que es realmente grande y con una visión muy positiva de conservar un espacio que es para todos.
¿Cuáles son los lugares más propicios para la observación de aves?
“Bueno uno de los más propicios es Ratto – asegura Marina Córdoba-. Y nosotros buscamos lugares agrestes que no hayan sido modificados por el hombre, donde no hay monocultivo. También solemos buscar los costados de las vías del ferrocarril porque allí encontramos lugares de pastizales y ahí observamos aves interesantes. También en arboledas. En laguna de Lobos hay un lugar con muchas aves pero es de difícil acceso. Para aves acuáticas sin duda que Ratto es uno de los mejores lugares”.
¿Qué consejos hay que dar a la comunidad acerca del refugio?
“Primero llevarse los residuos –advierte Olalla-. Llevar las mascotas atadas para que no alteren a la fauna o estropeen nidos. Y no transitar en moto por los senderos peatonales. Y que todos pueden disfrutar y percibir la laguna desde la contemplación y el descubrimiento que es algo que en estos tiempos está bueno potenciar. Está bueno sentarnos y disfrutar la naturaleza”.